Los Principios Eternos de Dios – Parte 1

Los Principios Eternos de Dios – Parte 1

Hacer la pregunta "¿Por qué?" parece venirnos tan naturalmente como respirar. Puedo estar equivocada en esta suposición, ¡pero realmente no lo creo! ¿Es posible que ninguna viuda le haya hecho nunca esta pregunta a Dios? Estoy bastante segura de que sí, y estoy bastante segura de que usted también.

¿Alguna vez ha escuchado realmente a un niño pequeño que recién comienza a hablar lo suficiente como para hacer preguntas? A medida que exploran el gran mundo nuevo que los rodea, las preguntas comienzan a fluir una encima de la otra. ¡Mis hijos tenían dos, tres y cuatro años, así que puede imaginarse la cantidad de preguntas que respondía diariamente! Si escuchamos con atención, la mayoría de esas preguntas comienzan con la palabra "¿Por qué?" Por ejemplo, "¿Por qué nadan los peces?" “¿Por qué respiran agua en lugar de aire?” “¿Por qué el árbol deja caer sus hojas?” “¿Por qué el auto necesita gasolina?” ¡Y sigue y sigue! En nuestra humanidad, podemos estar tentados a encontrar formas de evitar responder a todas esas preguntas. O podemos simplemente responder con frustración, diciendo "¿Puedes dejar de hacer tantas preguntas?" Hmmm... ¡Acabo de responder con una pregunta propia!

Que gran consuelo es saber que nuestro Padre Celestial nunca se cansa de todas las preguntas que le hacemos. Debido a que Sus caminos a menudo están más allá de nuestro entendimiento, es natural que lo cuestionemos. Realmente no podemos ayudarnos a nosotros mismos cuando se trata de preguntarle "¿Por qué?" Ha sido mi experiencia que cuando le preguntamos “¿Por qué?” desde un corazón honesto y humilde, nos da respuestas que nos traen paz.

Entonces, ¿por qué Dios permite que todo tipo de experiencias entren en nuestras vidas? Algunos son maravillosas y alegres; otras son devastadoras y dolorosamente debilitantes. La respuesta está en el hecho de que Dios está creando reyes y sacerdotes que reinarán con Él en un Reino eterno y en constante crecimiento. La Escritura más conocida que nos enseña esta verdad se encuentra en Isaías 9:6-7. “Porque un niño nos nacerá, un hijo nos será dado; y el gobierno reposará sobre Sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Se extenderán su soberanía y su paz y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre”.

Daniel 7:27 nos dice el fin eventual de todas las visiones que le fueron dadas. “Entonces se dará a los santos, que son el pueblo del Altísimo la majestad y el poder y la grandeza de los reinos. Su reino será un reino eterno, y lo adorarán y obedecerán todos los gobernantes de la tierra”.

Lo que esto significa es que Dios está tomando cada cosa que llega a su vida y está moldeando su carácter a través de ello. Él le está convirtiendo en un gobernante y un abogado. Él está colaborando con usted para ver que sea lo mejor que pueda ser. Se ha dicho que sin oscuridad, no reconoceríamos la luz. Lo mismo podría decirse del dolor y la tristeza: son necesarios para que podamos experimentar alegría y abundancia. Si está siguiendo a Cristo, esta vida es mucho más que los eventos cotidianos que dan forma a sus días, semanas, meses y años. Se trata de que Dios moldee su carácter y le prepare para gobernar y reinar con Él para siempre. Ahora ESO es un proyecto!

Las preguntas más importantes que tiene una viuda giran en torno al "¿Por qué?" "¿Por qué lo tomaste tan joven?" "¿Por qué lo tomaste a él en lugar de a mí?" “¿Por qué no pudimos haber tenido más tiempo juntos?” Podemos elegir dejar o no que estas preguntas atormenten nuestra mente y nuestro corazón. Podemos elegir mirar más alto al gran destino que Dios tiene para nosotros.

¿Está aprendiendo paciencia a través de oraciones que parecen quedar sin respuesta? ¿Está aprendiendo persistencia o tenacidad cuando las cosas parecen ir en contra de su plan? ¿Qué pasa con las situaciones por las que es difícil dar gracias? ¿Estás cultivando un corazón de gratitud?

¡Usted fué hecha para ser parte de una familia real! Cuando la vida parezca difícil, mantenga la vista en la meta. Me acuerdo de Pedro cuando estaba en el bote de pesca y la tormenta levantaba olas a su alrededor. Jesús vino caminando sobre el agua y le pidió a Pedro que saliera de la barca para encontrarse con Él. Lo que hizo eso posible fue el hecho de que Pedro fijó sus ojos en Jesús y no miró las olas a su alrededor. Cuando se sienta rodeada de olas y tormentas, fije su mirada en Jesús. Usted fué destinada para algo mucho más grande que esta vida.

Sus pensamientos y comentarios son bienvenidos aquí, o puede enviarme un correo electrónico a sheryl@freshhope.us