¿Solitaria o Sola?

¿Ha pensado mucho en la diferencia entre la soledad y simplemente estar sola? ¡Hay una diferencia significante! Uno implica estar sola, lo cual no es necesariamente malo. El estar sola es, de hecho, una disciplina espiritual muy necesaria si queremos acercarnos a Dios y crecer en nuestra relación con Él. La soledad, por otro lado, implica que estar sola es algo doloroso e intolerable. Incluso pensar en la soledad evoca sentimientos tristes e imágenes bastante morbosas.

Desde que enviudé, me di cuenta de que estar sola no necesariamente conduce a la soledad; y, por el contrario, ¡estar sola no siempre es el resultado de estar sola! Mis momentos a solas pueden llenarse con cualquier cantidad de cosas que traen alegría a mi vida. Jugar con mi Cavalier Spaniel, dar largos paseos por los senderos, la jardinería y las flores, leer, hacer álbumes de recortes, tejer y hacer ganchillo. Estas son actividades que hago sola, pero no me hacen sentir sola. Muy al contrario, pueden traer chispas de alegría a mis días.

Sin embargo, también descubrí que puedo estar en medio de un gran grupo de personas y sentirme muy sola. ¿Por qué es eso? ¡A veces me siento desconectada de la humanidad en general! Voy a la iglesia y me pregunto dónde sentarme. Voy a cenar con amigos y me pregunto de qué hablar. Voy a los juegos de pelota y me pregunto cuánto tiempo antes de que pueda irme a casa. ¿Qué me pasa que me siento tan separada de todos?

Como he estado considerando esto, he decidido que la soledad tiene mucho que ver con la forma en que estoy pensando en un momento dado. Cuando mis pensamientos comienzan a divagar hacia todas las cosas que he perdido, estoy dando un paso inicial en el camino hacia la soledad. Empiezo a desear poder cambiar las cosas y volver a lo que solíamos tener. Empiezo a pensar en lo que ya no tengo y en lo sola que estoy. Reflexionar sobre esas pérdidas durante cualquier período de tiempo eventualmente conduce a sentimientos de dolor, tristeza, depresión y desesperación.

2ª. Corintios 10:5 nos dice que “llevamoscautivo todo pensamiento”. Hay una razón por la que esto es tan crucial para nosotros. Agarrar esos pensamientos tristes y errantes y someterlos a la verdad es la forma principal en que puedo evitar hundirme en el fango de la autocompasión, sintiéndome mal porque estoy sola. Decirme la verdad sobre estar sola es una herramienta importante para lidiar con la soledad. Como creyentes, sabemos que nunca estamos solos. Jesús ha prometido caminar con nosotros a través de todas las experiencias que la vida nos depara. A veces puede que no sintamos Su presencia, pero Su Palabra nos asegura que Él nunca nos dejará ni nos abandonará. Cuando sentimos que la soledad se apodera de nosotros, podemos volver nuestra mirada hacia Él y saber que a pesar de lo que nos digan nuestras emociones, Él nos sostiene en la palma de Su mano y nos ayudará a llevar cada carga pesada.

Aquí hay algunas otras formas prácticas en las que podemos lidiar con la soledad. Decirle a alguien que se siente sola es una de las formas más obvias y efectivas de disipar estos pensamientos. Lidiar con la soledad es una de las partes más difíciles de enviudar. La mayoría de las personas realmente no entienden lo difícil que es perder a un cónyuge hasta que les sucede. Por nuestra parte, no nos gusta admitir nuestra vulnerabilidad. Derribar estos muros y admitir que necesitamos compañía puede contribuir en gran medida a restablecer relaciones normales en su vida.

Otra forma de combatir la soledad es unirse a un grupo de apoyo con otras personas que entiendan por lo que está pasando. O únase a una clase solo para llenar parte de ese tiempo vacío. ¡La soledad es un sentimiento complicado de sacudir cuando está sola en casa sin nadie con quien hablar! Llame a un(a) amigo(a) para almorzar o tomar un café, o simplemente lleve a su perro al parque para perros donde otros hacen lo mismo.

Lidiar con la soledad requiere una gran dosis de coraje y tenacidad. Durante un momento en el que desea enroscarse en sí misma y no hablar con nadie, se vuelve esencial para su bienestar que se obligue a tomar cautivos esos pensamientos y llenar esos espacios vacíos. Encuentre a otros que necesitan su compañía. Mire a su alrededor en busca de aquellos que están solos y necesitan su ayuda. Darse a sí misma a los demás es una forma segura de hacer que esos pensamientos pasen de la rumiación a la vida alegre.

¿Qué ha encontrado que le ayuda a combatir la soledad? ¿Qué cosas ha traído a su vida que traen esas chispas de alegría una vez más? ¿Le ayuda a sentirte menos sola el acercarse a los demás o ofrecerse como voluntaria para servir en algún lugar? Siempre estamos interesados en escuchar sus opiniones sobre estos temas. Puede comentar aquí o enviarme un correo electrónico a sheryl@freshhope.us