¡Recuperando Mi Cerebro!

¿Se ha encontrado poniendo la sal en el refrigerador, o el detergente para la ropa en el microondas, o su correo en el congelador? ¿Ha puesto su taza de café en el microondas para calentarla y la ha encontrado dos días después? ¿O tal vez fue a la tienda de comestibles y se encontró parada en el departamento de productos lácteos sin tener idea de por qué hizo el viaje? ¿Se ha olvidado por completo de pagar las facturas o las ha pagado dos veces? ¿Se pierde conduciendo a lugares familiares? ¿O llega a algún lugar y no recuerda por completo cómo llegó allí?

Sentir que su cerebro que funciona racionalmente se ha tomado unas vacaciones es una parte muy normal del duelo. ¡Ojalá alguien me lo hubiera dicho antes! ¡Descubrí que podía sentarme en el sofá y pensar en absolutamente nada durante horas! Y cuando se trataba de tomar decisiones, mi cerebro cambió a neutral... ¡todo acelerado y sin lograr nada! A veces me preguntaba adónde se había ido el adulto profesional y competente que había logrado criar una familia y equilibrar los trabajos y el ministerio a lo largo del camino. De repente me sentí no preparada o incapaz de tomar incluso las decisiones más simples que habría dado por hecho unos meses antes.

Como establece el Principio #3, existe una condición cerebral muy real conocida como "Confusión de la viuda". (Otras pérdidas pueden desencadenar lo que se conoce como "confusión del duelo", ¡pero aquí nos estamos enfocando en las viudas!). Perder a un cónyuge es uno de los mayores factores estresantes que enfrentamos en la vida. Este dolor en particular afecta su capacidad para funcionar normalmente por un tiempo, pero en realidad es una gran protección para sus emociones cuando la pérdida puede ser abrumadora.

Entonces, ¿cómo podemos esperar que se vean los síntomas de la “confusión de la viuda”?

• Olvido
• Sentirse como si estuviera aturdido
• Problemas para dormir
• Incapacidad para concentrarse
• Sentirse como si estuviera deambulando sin rumbo fijo en círculos
• Incapacidad para expresar sus pensamientos claramente
• Las tareas pequeñas se sienten abrumadoras y pueden llevar mucho más tiempo de lo normal
• Dolores de cabeza o de cuerpo
• Sistema inmunitario comprometido que conduce a enfermedades más frecuentes
• Fatiga o agotamiento constante
• Pérdida de apetito
• Dificultad para tomar decisiones simples
• Miedo o Ansiedad

Es posible que tenga alguno o todos los síntomas anteriores a medida que el duelo literalmente comienza a reconfigurar su cerebro. Una forma de entender esto es ver nuestro cerebro como el disco duro de una computadora que elimina automáticamente los archivos "extra". Cuando estamos sobrecargados con el estrés del duelo y la pérdida, esto proporciona más recursos internos para manejar el duelo. El cerebro se concentra en los sentimientos y síntomas del duelo y tiene poca capacidad para hacer mucho más. ¡Sin embargo, no te preocupes! Durante el proceso de duelo, estos síntomas comienzan a disminuir y debería reaparecer la capacidad normal de pensamiento y toma de decisiones.

Los bajos niveles de estrés pueden ser buenos para nosotros, pero el duelo prolongado que no se trata empujará al cerebro al modo de supervivencia. El área de toma de decisiones del cerebro se vuelve menos activa y el área de lucha o huida se hace cargo para garantizar la supervivencia.

Es extremadamente importante que sea amable y paciente consigo misma durante este tiempo. Es totalmente irrazonable esperar que funcione tan competentemente como lo hacía antes de perder a su cónyuge. ¡Asegúrese de establecer expectativas realistas para usted misma y celebre cuando PUEDE lograr algo en esa extensa lista de tareas pendientes! ¡Un bloc de notas para anotar las cosas a medida que se le ocurran puede convertirse en su nuevo mejor amigo!

A estas alturas, es posible que se esté preguntando qué cosas podemos hacer para agudizar nuestro pensamiento y recuperar nuestra capacidad para concentrarnos y tomar decisiones. Hay algunas cosas realmente prácticas que pueden ser útiles. Echemos un vistazo rápido a una breve lista:

• Practique el cuidado personal: coma, beba agua, haga ejercicio, establezca una rutina de sueño.
• Interrumpa los patrones de pensamiento negativos. ¡Deténgase en cambio en sus buenos recuerdos!
• Busque el apoyo de otras personas que puedan ayudarlo. Es especialmente útil hablar con otras personas que han experimentado algunas de las mismas cosas.
• Pase tiempo al aire libre en la naturaleza. Una caminata larga, sentarse en algún lugar cerca de árboles y/o agua puede ser muy restaurador tanto para la mente como para las emociones.
• Practique la meditación diaria, preferentemente sobre las Escrituras.
• Escriba un diario sobre sus sentimientos. Escribir las cosas ayuda a que los pensamientos y las emociones salgan a la luz. A veces, eso ayuda a aclarar qué cosas son realmente ciertas y qué cosas nos decimos a nosotros mismos que afectan nuestros pensamientos y emociones.

“No se inquieten por nada, sino que en toda situación, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios con acción de gracias.  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” – Filipenses 4:6-7

Como siempre, sus pensamientos y comentarios son bienvenidos, o puede enviarme un correo electrónico a sheryl@freshhope.us